¡CASI MEDIO AÑO!, de M. B. Brozon

Empecé a leer a M .B. Brozon hace poco más de un año.
Fue casi por casualidad; en realidad, no tanto.
La conocí principalmente porque ella fue una de las expositoras que formó parte de un foro de literatura intantil y juvenil en el Fondo de Cultura Económica a la que asistí hace ya (y ahora sí) un año, junto con otros autores a los que admiro como Verónica Murguía y Jaime Alfonso Sandoval (aunque él más bien se mantuvo entre el público, pero igual participó y eso estuvo interesante). Al principio no estaba seguro de asistir o no, pero investigando un poco (y ahí realicé el descubrimiento) me di cuenta de que ella había sido la primera ganadora del premio Barco de Vapor celebrado en México, con un libro infantil titulado "¡Casi medio año!" (que, por cierto, terminé de leer este fin de semana).
En fin. Haciendo mis pesquisas en internet (ejem, Youtube), caí en la cuenta de que estaba ante una posible eminencia en el mundo de la LIJ en mi país, así que sin pensarlo me aventuré a la librería lleno de expectativa (como siempre me sucede luego de interesarme en un libro en particular) y me puse a ver los títulos que quería encontrar (O sea "¡Casi medio año!", si era la obra por la que se interesó en seguir escribiendo para niños y jóvenes, ¿por qué no empezar también yo ahí?), y esto fue lo que pasó: después de leer las primeras páginas en la librería, me di cuenta de que la lectura me enganchaba no solo por la manera singular de ser narrada (en forma de diario) sino también por la manera particular de sorprender y de insuflar humor entre su protagonista y su mundo, por lo que me dije: "Vamos a darle una oportunidad". Así fue, y no me decepcionó.
"¡Casi medio año!", aunque no ha sido la única lectura que he disfrutado de ella, sí ha sido un viaje interesante no solo a mi infancia, sino también a mi manera de pensar respecto a lo que nos dicen regularmente que debe ser la LIJ. Me gustó el libro porque no tiene un afán moralizador ni serio. En el libro hay peleas entre amigos (puñetazos), invocaciones a espíritus (usando la ouija) y explicaciones "incómodas" a cómo se hacen los bebés (gracias a una maestra armada de valor). 
Uno no se siente obligado a terminarlo, sino el deseo por hacerlo y ver hasta dónde puede llegar nuestro protagonista que, desde el principio, nos toma de la mano y nos remonta con una voz singular a las peripecias de nuestra niñez.
Este libro, según su autora, fue resultado de una tarde en la la autora que acompañó a su madre al cine a ver una película aburridísima y terminó mirando al techo de la sala y preguntándose por qué su vida se tornaba tan aburrida. De pronto, sintió el impulso de hacer algo al respecto. Parafraseando sus palabras, pensó: "Ya sé. Llegando a casa voy a escribir una historia de alguien cuya vida sea más interesante que la mía". Y voilá, ¡nació Santiago, nuestro protagonista!
Sin lugar a dudas, casi medio año es una lectura disfrutable que aunque me ha gustado, no lo ha hecho tanto como otros libros de la misma autora (Léase: "Memorias de un amigo casi verdadero" y "Sombras en el arcoíris"), pero si lo ponen a prueba verán por qué M. B. Brozon merecía obtener ese premio y muchos, muchos más.
¡Hasta la siguiente entrada!

Comentarios

  1. ¿De dónde sacar palabras tan extrañas? Bueno, bueno... Eso no importa. Lo que en realidad importa es lo bien que hablas del libro. Ya te había dicho que no conocía a la autora, pero espero poder darle alguna oportunidad pronto. Estoy casi seguro que no encontraré nada de ella en mi ciudad, pero ya veré si me encargo algo por internet o si los busco en mi próxima visita a la CDMX.

    En fin, que es bueno verte por acá y espero pronto poder leer más entradas tuyas.

    ¡Saludos!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario